El monte Olimpo es la montaña más alta de Grecia, y como en la antigua Grecia, la palabra Olimpo significa lo más alto entre lo más alto. En Santa Coloma, el Olimpo es algo más popular. Para los colomenses, nombrar el Olimpo es sinónimo de verano, de trampolín y de ese primer curso de natación inacabado. Y como si  hubiera sido un guiño del destino, éste quiso que el estreno de las carpas en campaña electoral fuera precisamente en la Plaza que recuerda aquella mítica instalación deportiva como si el azar conociera que en esta campaña toca mojarse por el futuro de Catalunya y el de España.

Fueron muy numerosas las personas que se acercaron hasta la Carpa de Cs. Muchas de ellas con el propósito de llevarse los Corazones de Cs, esos que popularizó Inés Arrimadas en el Parlament y que resumen a la perfección lo que es y lo que significa ser de Cs.  El corazón que por una idea romántica simboliza el lugar donde albergamos los mejores de nuestros sentimientos y deseos, contienen como ya sabéis, las banderas que nos representan, la catalana, la española y la europea. Esa es nuestra identidad que a pesar de los intentos independentistas, tiene unas raíces tan poderosas y profundas que solo la ignorancia y como consecuencia el fanatismo, ha osado atacar en un intento de destruir lo que somos y sentimos.

 

Las campañas electorales en invierno son complicadas por el frío pero esa frialdad se compensa con el calor humano de los transeúntes que no dudan en acercarse hasta la carpa para mostrarnos su apoyo y confianza. Muchas de estas visitas coinciden en alabar a Inés Arrimadas, especialmente por el debate de La Sexta donde nuestra candidata vapuleó a Marta Rovira. Dos candidatas, dos alternativas, una única vencedora, incluso para la militancia independentista. No hubo color, bueno, sí lo hubo, y ese fue Naranja. Esas intervenciones en Tv han despertado más simpatías hacia Inés y así nos lo explicaron algunos vecinos de Riu Nord. Como bien nos dijo un vecino, lo que más le gustó del debate fue el tono de Inés pues fue “claro y rontundo”. Quizás la diferencia de Inés con otros candidatos sea que sabe escuchar, que no cae en el desprestigio fácil al rival, sino que la argumentación y los datos son su bandera. Quizás ese talante y predisposición es el que provoca ese sentimiento inmediato de esperanza, esa dosis justa que necesita una sociedad que ha vivido (y vive) unos tiempos convulsos y de inestabilidad. Inés es el mejor antídoto para esa sensación tan extendida de que mande quien mande, todo será igual y los ciudadanos trabajadores de cada rincón de nuestro país, que no hemos tenido nunca el convencimiento de mejoras significativas ante tantas y tantas promesas de todas las campañas vividas, por primera vez sentimos que la posibilidad de cambiar, mejorar y volver a sentirnos “a salvo”, llega de la mano de Ciudadanos. Por fin.

 

Los ciudadanos están muy concienciados de la importancia de estas elecciones y las consecuencias que pueden tener los votos a Ciudadanos para un cambio positivo. Un ejemplo tan claro como entrañable, lo tuvimos cuando una vecina del barrio nos manifestaba la pena que sentía porque su madre, una señora de 102 años, no podría salir de casa para poder votarnos.  Una experiencia vital larga, un guerra, una postguerra, cuarenta años de franquismo y otros tantos de una democracia mal gestionada, vapuleada y que muchos han aprovechado para enriquecerse a costa del trabajo de todos, llevan a una mujer de más de cien años a confiar en Cs. El relato que nos hizo su hija es de esos que te hacen reflexionar del momento en el que estamos viviendo. Esa centenaria mujer, debido a su movilidad reducida, el 21D no podrá salir de casa pero su voto estará en las urnas, pues como le explicamos a su hija “convenceremos a un votante indeciso y ese será su voto”. Ese convencimiento de que lo haremos le sacó una sonrisa a su hija pues como dijo “nos jugamos mucho en estas elecciones y no podemos perder votos”. Y quizás sí, tenga razón en eso que en estas elecciones nos jugamos mucho más que en otros comicios, por eso seguiremos estando cada día en las calles de Santa Coloma para escuchar, dialogar y convencer a los indecisos.

 

La sensación del primer día de campaña es buena, muy buena, y el frío se hace más soportable al ver la ilusión con la que nos piden algo tan importante como es una papeleta que nos acabe sacando de este laberinto con esa sensación de “nos jugamos tanto”. Nos restan 14 días de campaña, dos semanas para escalar esa montaña tan alta que es el Olimpo pero como dicen los montañeros, siempre hay mil excusas para bajarse y una sola para subir. Aquí la excusa para alcanzar la cima está clara: El futuro de Catalunya.