En 1978, España despertaba. En 1978, la ilusión venció al miedo. En 1978, las dos Españas, que representó a la perfección Goya en el “Duelo a Garrotazos”, se daban la mano para iniciar una nueva etapa, un período de prosperidad, de futuro y de concordia. Siete hombres pasaron a la historia como los responsables de un acuerdo muy difícil, los padres de una criatura por la que pocos apostaron pero cuyo éxito fue incuestionable. Casi cuatro décadas después, la mayoría de los hijos de aquella Constitución avalan aquel acuerdo pero también los hay que cuestionan ese acuerdo y ponen en duda una Constitución que fue ratificada en referéndum, por y para los españoles.  De un tiempo a esta parte, algunos revolucionarios de salón, han empezado a menospreciar ese gran acuerdo, olvidándose que esa misma Carta Magna que desprecian es la misma Ley que les permite vivir en un país democrático y les garantiza la seguridad jurídica, así como el buen funcionamiento del Estado de Derecho.

Quizás si sea necesario actualizar algunas de sus normas o preceptos, puede que si sea el momento de establecer un diálogo para su reforma pues hay cambios que se presumen obligados como es el fin de los aforamientos políticos. Ahora bien, esa hipotética reforma tendría que llegar de la mano del consenso, como en 1978, y con una única finalidad: Mejorar la vida del conjunto de los españoles.

 

39 años después de aquel 6 de Diciembre, Cs conmemoró la efeméride con la celebración de un acto en la Pl. Universitat donde Inés Arrimadas manifestó su deseo de ser “dignos testigos” de lo que hicieron nuestros abuelos y padres, pues ellos nos dieron una lección histórica que no podemos olvidar, ni despreciar.  Junto a Inés, participó en el acto un referente del Constitucionalismo como es Francesc de Carreras, Catedrático de Derecho Constitucional de la UAB. De Carreras, recordó que en ese mismo sitio pero en el año 2006, apenas había algunas decenas de personas para escuchar un mitin de un joven desconocido llamado, Albert Rivera. Como bien dijo De Carreras, Cs nació de una plataforma civil y hoy, gracias al buen trabajo y a las ideas claras, se ha convertido en menos de 11 años en la alternativa al nacionalismo catalán y está presente en el Congreso de los Diputados, en la mayoría de Parlamentos Autonómicos y en los principales ayuntamientos de España, y se ha convertido en la única solución viable para recuperar la seguridad y bienestar de todos y representa el futuro de Catalunya y el de España.

 

Y si por la mañana reivindicamos la Constitución por la tarde volvimos a las carpas. En esta ocasión el lugar escogido fue la Plaza de Catalunya, aunque en Santa Coloma seguimos con esa tradición tan de pueblo de rebautizar los espacios públicos. Aquí somos más de hacer las cosas sencillas. Que en ese espacio ponen un estanque con dos patos ¿pues como lo podemos bautizar en Santa Coloma? Pues Parque de los patos. Que en la Plaza d’en Manelic la figura que representa al personaje d’Àngel Guimerà aparece dando de beber a un cordero, pues lo bautizamos como Plaza del Borreguito y nos quedamos tan panchos. Y si a un bar se le conoce por los Caracolillos…pues, efectivamente, Los Caracolillos. Así somos en Santa Coloma y no tiene más explicación. Gustará más o menos, pero la esencia de pueblo pervive y, ojalá, nunca se pierda.

 

La festividad hace mella en el ambiente y eso se traslada a las calles pues prácticamente se encuentran vacías. Los colomenses parecen que esa tarde han decidido por el tridente mágico del invierno: El SPM. ¿No saben qué es el SPM? Fácil: Sofá, peli y manta.

 

A pesar de que las calles se encuentran un tanto vacías, los pocos valientes que se pasean por Riu Sud no se van a casa sin llevarse información de Cs e incluso algunos ya se llevan su papeleta preparada para el 21D. Llevarte una papeleta no tiene gracia pero si ésta te la da una Diputada la cosa cambia. Ese fue el caso de María una mujer que rondará los 80 años quien se acercó a la carpa para llevarse la papeleta “para su paisana”, sin saber hasta el momento que esa papeleta se la entregaba una Diputada. Y decimos hasta el momento porque cuando supo que esa mujer que le entregaba la papeleta era diputada se sinceró: “Nunca había visto a un diputado”. El frío de la calle se compensa con anécdotas como ésta que alegran la tarde y te sacan una sonrisa cómplice.

 

Y es que esa tarde la Carpa de Cs en Santa Coloma contó hasta con la presencia de tres ilustres diputados y diputadas: Carlos Carrizosa, María Valle y Marina Bravo. Sin duda, Carlos Carrizosa centró las conversaciones con los transeúntes pues su labor como Portavoz en el Parlamente le permite tener un mayor grado de conocimiento. Tanto es así que un vecino no dudó en acercarse a él para agradecerle “lo que hicieron en el Parlament”, en referencia al día que Carrizosa sacó los colores a Carme Forcadell por su desconocimiento del Reglamento del Parlament.

 

Estos regalos espontáneos de los ciudadanos son un reflejo del aumento de simpatías de Cs. Un cariño que va en aumento elección tras elección, pues como dijo Francesc de Carreras en el acto de la mañana: “Parece mentira que hace 11 años éramos 3 diputados y hoy somos el presente y el futuro de Catalunya y de España”.