mariaduarte Desde el pasado mes de mayo, tengo el honor de representar a los vecinos/as de Santa Coloma como  regidora. Lo que hoy es un hecho normalizado, que una mujer ocupara un cargo de responsabilidad política  era casi una quimera. Sin ir más lejos, en nuestra ciudad en el año 1979, aquella localidad que crecía entre  los miedos del pasado más reciente, sólo 6 mujeres obtuvieron sus actas como concejalas, por eso, en mi  condición de concejala, vecina y mujer, quiero mostrar mi absoluta admiración por Remei Martínez, Leo  Crespo, Ramona Oltra, Pilar Puig, Rosa Barenys y Manuela de Madre, mujeres que con su lucha y  compromiso con la ciudad derribaron el muro de la intolerancia machista de algunos sectores de la sociedad  que seguían creyendo en el papel secundario de las mujeres por el mero hecho de ser mujer. Sin duda, que  estas líneas también van para todas aquellas mujeres anónimas que con su lucha han permitido la  consecución de metas que parecían inalcanzables para una sociedad estancada en el blanco y el negro.

Si bien es cierto, que a día de hoy, el papel de la mujer es relevante, todavía nos queda un largo camino por  recorrer. A pesar de que en el ámbito político y de la administración pública, la normalización de la  presencia femenina es ya una realidad, por desgracia en otros ámbitos no hemos evolucionado de la misma  forma.

 

En las últimas décadas, hemos avanzado en la equiparación formal de los derechos, pero ahora nos queda trabajar por la equiparación efectiva, la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. En pleno 2016, las dos asignaturas pendientes de la sociedad son la erradicación de la violencia de género y la conciliación laboral.

Un año más, tenemos que hacer balance de la realidad que nos rodea y que ponen de manifiesto que continuamos sin la plena igualad. Las mujeres, tenemos que trabajar 79 días más para cobrar exactamente lo mismo, una diferencia salarial del salarial 24 % y que además esta aumenta de forma notoria en proporción al cargo y la formación que se ostenta. Por no añadir la cantidad de puestos directivos que ocupan las mujeres, que son insuficientes si lo comparamos con los que ocupan los hombres, aunque desde mi punto de vista deben primarse más la capacidad y mérito de las personas que el mero hecho de ser mujer u hombre.

Un punto dónde si debemos ser más crítico es el que se refiere a la lucha contra la violencia doméstica, una lacra contra la que muchas mujeres tienen que batallar diariamente, y en ocasiones con la soledad como única acompañante. No podemos olvidarnos que el año 2015 se cerró con un total de 57 mujeres que perdieron su vida en manos de sus parejas, una cifra preocupante y que tiene que hacernos reflexionar a todos los representantes públicos para trabajar activamente para erradicar una herida que se desangra día tras día.

La lucha contra la violencia de género no entiende de colores políticos. Desde las instituciones debemos promover, combatir y apoyar cualquier iniciativa que luche contra esta lacra, porque consideramos que hay que dar un paso más y los criterios de igualdad y equidad se deben implantar en todos los ámbitos de la sociedad, porque con el inmovilismo por bandera poco podremos hacer. Es el momento de tomar medidas, por eso, desde C’s vamos a promover que se prohíban los indultos a condenados por violencia de género y dotar suficientemente las partidas presupuestarias destinadas a la prevención y a la asistencia social de las víctimas de género. Todavía queda una largo camino por recorrer pero como decía Machado: “Caminante, no hay camino: Se hace camino al andar”.

 

María Duarte, Regidora C’s Santa Coloma