Decían que al séptimo día descansó y quizás tuvieran razón, pues el lunes nos vimos obligados a tener que parar la campaña por culpa de la lluvia. Si normalmente solemos criticar la fiabilidad de los hombres y mujeres del tiempo a la hora de acertar sus predicciones, en esta ocasión acertaron al 100% por eso la interrupción de la campaña no fue tan dramática como podía pensarse pues durante el domingo las previsiones eran negativas, así que no fue una sorpresa. Si las campañas fueran combates de boxeo, se diría que el del lunes fue un combate nulo.

Precisamente, el octavo día de campaña estaba previsto que se descansara pero las circunstancia del día anterior obligaron a lo contrario. Sin disponibilidad de poder poner carpas o mesas en las calles de la ciudad, los militantes de Cs no quisieron quedarse en casa, así que lo que puede ser un simple paseo otoñal, se acaba convirtiendo en un paseo para entregar y repartir publicidad y algunos votos. Cualquier segundo es bueno para llevar el mensaje de Cs y así los entienden los integrantes del Equipo Naranja. Nos jugamos tanto que no podemos dormirnos. Queda encarar la recta final, la más trascendental, por eso cada segundo en la calle es bueno para llevar nuestro mensaje.